domingo, 12 de julio de 2009

El día en el que el ganador se hizo acreedor de un gran trofeo a la astucia, los idiotas se quedaron en casa, comiendo chocolate y calentándose con la chimenea.
Mientras el ganador salía a conquistar mujeres y a llevárselas a la cama, el idiota se quedaba hablando con su madre anciana de los recuerdos de su niñez.
El ganador comía dinero y el perdedor comía guiso de su abuela.
Ambos nacieron el mismo día, en la misma época.
Uno murió por vivir demasiado, el otro vivió sin saber que lo hacía.

4 comentarios:

Jordan Martín Jáuregui Meza dijo...

Dios, eso fue un balazo en la cabeza

Brian dijo...

"Uno murió por vivir demasiado, el otro vivió sin saber que lo hacía."
Preferible lo primero...obviamente.

Anónimo dijo...

perfecto

Dylan Forrester dijo...

Apuesto a ganadar, por supuesto!
Esta bacanudo.

Saludos...