El día en el que el ganador se hizo acreedor de un gran trofeo a la astucia, los idiotas se quedaron en casa, comiendo chocolate y calentándose con la chimenea.
Mientras el ganador salía a conquistar mujeres y a llevárselas a la cama, el idiota se quedaba hablando con su madre anciana de los recuerdos de su niñez.
El ganador comía dinero y el perdedor comía guiso de su abuela.
Ambos nacieron el mismo día, en la misma época.
Uno murió por vivir demasiado, el otro vivió sin saber que lo hacía.
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4 comentarios:
Dios, eso fue un balazo en la cabeza
"Uno murió por vivir demasiado, el otro vivió sin saber que lo hacía."
Preferible lo primero...obviamente.
perfecto
Apuesto a ganadar, por supuesto!
Esta bacanudo.
Saludos...
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