miércoles, 29 de septiembre de 2010

Gran expresión de sorpresa en la cara del hombre que sentado a mi costado en el bus que cruza la selva se percatada de la gran fauna silvestre que se me mueve al lado y rompiendo filas se dirige a los campos de entrenamiento militar.

sábado, 4 de septiembre de 2010

Los pies de Agapito

Agapito tiene dos pies derechos. Para equilibrar el peso, debe retroceder dos pasos cada que vez da uno. Por eso siempre llega tarde a todos lados.

Agapito, los enchufes

Agapito enciende la radio y se da con la sorpresa de que anda desconectada. Se para del sillón y con sus pantaloncillos se dirige hacia el enchufe. Lo sostiene con miedo, pero no tiene de otra: tendrá que enchufarlo para que su madre no se aburra cocinando y él pueda comer el estofado de los Lunes y después de hacer sus tareas, salir con sus amigos a jugar, luego acostarse temprano para poder despertarse temprano y no llegar tarde a su escuela y que le manden más tareas para el día siguiente.
Agapito introduce los dientes del enchufe en los agujeros correspondientes y desaparece. Fue absorbido por los agujeros. Nadie sabe a dónde se fue. Su madre piensa que lo desobedeció y salió a jugar con sus amigos sin haber comido, siquiera sin haber hecho sus tareas.